"Matar salvajemente a un ser humano, con métodos notoriamente desproporcionados, para pararse sobre su cadáver y señalar a otros que les tiene reservado el mismo tratamiento, tiene la virtud de producir un efecto contrario. Ningún hombre se dejará humillar de ese modo".

"Eso de ostentar poder y mostrarse amenazante y brutal, no puede ganar las simpatías de nadie". "La historia nos enseña que a la inmensa mayoría de seres humanos les repugna ese tipo de fanfarronadas".
Estos son algunos de los apartes de la comunicación enviada por "Timochenko", el nuevo líder de los terroristas de las Farc, como respuesta a las palabras del presidente Santos en el sentido de que este criminal sufrirá la misma suerte de Cano y Reyes, si no reflexiona y busca unos acercamientos y acuerdos sinceros con el país.
¡Qué tal! Quejarse de que a Cano lo mataron "salvajemente" y "con métodos notoriamente desproporcionados", cuando ellos hacen alarde permanente de su poder criminal secuestrando, despedazando seres humanos, mutilando inocentes y arrasando con las esperanzas de pueblos enteros, es tal vez el acto de cinismo y descaro más grande del que tengamos noticia. Y tratar de censurar la humillación hacia ellos, cuando es precisamente el trato que les dan a los secuestrados, extorsionados, negociadores y hasta al propio Gobierno Nacional, solo puede ser admisible en una mente perversa como la de Teodora de Bolívar.
Ahora bien: cuando este individuo se refiere a que la ostentación de poder y el "mostrarse amenazante y brutal, no puede ganar las simpatías de nadie", parece que se estuviera haciendo un autoanálisis. Ninguna organización (incluido el Congreso de la República, ¡que es mucho cuento!) causa más repudio que esta asociación criminal. Llevamos muchos años soportando las "fanfarronadas" de la Farc, los actos inhumanos, las violaciones de todos nuestros derechos, los actos más aberrantes en contra de ciudadanos de bien, como para no alegrarnos con los golpes que se les están asestando a estos asesinos.
Ellos han provocado el odio general del pueblo colombiano y del mundo entero. Ellos son quienes nos acorralan a diario y quienes acaban con las ilusiones de millones de compatriotas que se tienen que doblegar a sus antojos para conservar su vida. Ellos son quienes utilizan métodos salvajes para provocar terror y dominar vastas regiones donde se trafica, se prostituyen niñas inocentes, se comercia con la vida, y se esclaviza al ser humano. Y ahora que, con métodos amparados en la ley se les ataca con vehemencia, no pueden posar de víctimas. (Lo peor de todo es que encuentran personas, como La Negra, que los avalan en ese intento de aparecer ante el mundo como uno seres injustamente sacrificados).
Pero, no contentos con esa carta cínica y llena de despropósitos, expiden además un comunicado donde le asignan la responsabilidad al presidente Santos por el asesinato aleve de cuatro rehenes que llevaban más de diez años secuestrados. ¡Esto ya es el colmo! Y le agregan la farsa de que ya habían decidido liberarlos unilateralmente y que estaban gestionando la entrega, poniendo de testigo a "La Negra" Córdoba, quien cada vez demuestra más su simpatía por estos verdugos.
En últimas, no sabe uno qué pensar ante las reacciones epistolares de estos asesinos. Tal vez es la demostración del desespero por sentirse acorralados, diezmados y minimizados. Tal vez son patadas de ahogado de quienes hasta hace unos años se movilizaban por todo el país doblegando al pueblo a sus nefastos intereses. Tal vez son los estertores de la muerte de un grupo cuyas filas disminuyen por la deserción de sus militantes y por las bajas asestadas por nuestro Ejército Nacional.
Por eso, ahora más que nunca, no se puede bajar la guardia ni caer en las trampas que le suelen poner las Farc al Gobierno a través de sus emisarios. La inteligencia de nuestras Fuerzas Armadas, y la cooperación internacional, han demostrado ser bastante efectivas en esta lucha por la reconquista de todo el territorio colombiano, y en el abatimiento de los cabecillas de esta organización criminal. Y si no se aprovechan estos momentos para continuar sin descanso con estos logros, se les estaría brindado una nueva oportunidad para fortalecerse, cosa que, estamos seguros, ellos no desaprovecharán. Y ante su cinismo, tendremos la oportunidad de manifestarnos en contra de las Farc, este seis de diciembre en la marcha que se realizará en todo el país.