Por Alfredo Ramos Maya
@AlfredoRamosM
Aprenderemos las diferencias entre un PRESIDENTE y un presidentico. Y al final podrá usted decidir qué tipo de líder prefiere usted.
Un PRESIDENTE es una persona preparada que tiene a Colombia en la cabeza; un presidentico es un mediocre con suerte.
Un PRESIDENTE tiene carácter, que le permite enfrentar los más duros retos; un presidentico tiene asesores, que le dicen cómo comportarse porque no tiene idea de qué decir o hacer, incluso en las situaciones más comunes.
Un PRESIDENTE tiene ideología clara, está convencido de ella, la defiende en todos los escenarios; un presidentico no sabe qué es ideología y, peor aún, no le importa.
Un PRESIDENTE lidera, dirige, orienta; un presidentico amenaza, persigue, huye.
Un PRESIDENTE defiende sus posiciones con argumentos; un presidentico se defiende con mermelada a medios de comunicación.
Un PRESIDENTE tiene cercanía con el pueblo, le da la cara, dialoga directamente con él; un presidentico tiene cercanía con politiqueros congresistas.
Un PRESIDENTE es transparente en sus acciones, responde por cada una de sus actuaciones de manera franca; un presidentico sólo conoce la deslealtad, traiciona al que sea con tal de aumentar su ego.
Un PRESIDENTE trabaja por la gente sin esperar nada a cambio; un presidentico trabaja por subir en las encuestas o ganarse un premio Nobel, la gente importa poco.
Un PRESIDENTE lucha por la dignidad de la Nación; un presidentico entrega esa dignidad a dictadores inescrupulosos.
Un PRESIDENTE combate el delito, el terrorismo, el narcotráfico, el reclutamiento de menores, la extorsión; un presidentico prefiere entregar el país a los peores delincuentes de la historia.
Un PRESIDENTE estimula la oposición, le da espacios, le permite hablar; un presidentico busca acallar a cualquier precio las voces que le sean contrarias.
Un PRESIDENTE invierte nuestros impuestos en desarrollo; un presidentico invierte nuestros impuestos en eventos sociales.
Un PRESIDENTE cambia de posición cuando con argumentos serios lo convencen de que está equivocado; un presidentico cambia de posición todos los días, al menor chillido de cualquier grupo.
Un PRESIDENTE sabe de lo que habla, lo tiene en su cabeza, no tiene libretos, por eso lo dice con firmeza y claridad sin necesidad de ayudas; un presidentico gaguea en cuanto discurso con telepronter le escriban.
Un PRESIDENTE hace seguimiento a sus promesas porque sabe las dificultades de cada región; un presidentico, como no tiene idea de dónde está parado, es un promesero no se acuerda de qué barbaridades dijo.
Un PRESIDENTE cumple, y si no lo hace explica por qué; un presidentico incumple, y si no lo hace no tiene idea por qué.
Un PRESIDENTE sigue vigente en la vida pública, preocupado por Colombia, opinando con conocimiento de todos los temas; un presidentico pasará al olvido rápidamente o, en el mejor de los casos, será recordado como un paquetazo.
Un PRESIDENTE genera credibilidad a todos los ciudadanos; un presidentico genera desconfianza, incluso a sus supuestos amigos.
Un PRESIDENTE es tan bueno que hace que un Ministro incompetente lo remplace. Un presidentico es tan malo que los ciudadanos colombianos se cansaron de la manipulación y no volverán a votar por él.
Entonces, ¿cuál preferimos? ¿Un PRESIDENTE o un presidentico?
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