Debacle socialista

Debacle socialista
Autor: Dario Ruiz Gómez 
30 de Mayo de 2011

El triunfo del Partido Popular ya se veía venir ante la caída en picada del régimen de Rodríguez Zapatero, enmarcado por la crisis económica que dejó en la ruina, no por supuesto a los grandes banqueros y empresarios...

El triunfo del Partido Popular ya se veía venir ante la caída en picada del régimen de Rodríguez Zapatero, enmarcado por la crisis económica que dejó en la ruina, no por supuesto a los grandes banqueros y empresarios, sino a la castigada clase media, a la clase obrera y a lo que seguimos llamando pueblo. Los daños colaterales de la debacle apenas se han analizado: la crisis de la enseñanza en las escuelas y colegios, en las universidades, la crisis de las llamadas instituciones culturales, la incapacidad para frenar los gastos excesivos de ciertos gobiernos autonómicos.

Si Felipe González cayó a causa de una corrupción galopante, del desprestigio de una burocracia parásita que se entregó con delirio provinciano al despilfarro del erario público, ahora Rodríguez Zapatero en su estrepitoso fracaso repite muchos de aquellos errores e incluso los ahonda con mayor perfidia.

Cinco millones de desempleados hacen cola en las oficinas del Estado buscando un empleo que jamás llegará; el 45% de la juventud jamás conseguirá trabajo alguno, las pensiones de los jubilados y el derecho de las madres a una mesada sufrieron recortes. Un socialista que al igual que Felipe González terminó justificando las privatizaciones, siendo incapaz de hacer frente a la galopante especulación urbana de las mafias, al aumento de la violencia en las calles, la trata de blancas. Una izquierda retórica que se alejó rápidamente del verdadero socialismo y terminó gobernando como un partido de  derechas. Recordemos que no es que la Derecha se haya ido apoderando de los gobiernos europeos, sino que la llamada izquierda ha sido incapaz de gobernar con lo que proclamaba, justicia y equidad.

Recordemos, igualmente, que la democracia incluye las diferencias políticas y las consagra, y por lo tanto seguir identificando a una Derecha histórica con el nazismo y el fascismo es una deliberada deformación y un acto condenable de terrorismo ideológico, algo que por desgracia se continúa haciendo en Colombia. El fracaso de Rodríguez Zapatero y del Partido Socialista es ofensivo por lo que supone como traición a unos ideales democráticos, o sea por su incapacidad de hacer frente, bajo una nueva racionalidad política a problemas tan graves como el de los nacionalismos.

Y es el fracaso y condena de unos desacreditados símbolos políticos que si hace algunas décadas parecieron identificar el anhelo de los oprimidos hoy aparecen ante los ojos del desempleado, del hambriento, del sin esperanza, como grafismos y logotipos vacíos.