Que no se pierda el camino

Que no se pierda el camino

No puede ser más preocupante la percepción que tienen los colombianos sobre la inseguridad en el país. Cada día esta sensación crece de manera negativa y lo grave es que los hechos que se están presentando todos los días en distintos lugares de la geografía nacional, están contribuyendo a deteriorar más este sentimiento de los ciudadanos.

Según la encuesta que realizó La firma Gallup Colombia y que se conoció esta semana, cuando inició el gobierno del presidente Santos el 48% de los colombianos pensaba que la inseguridad estaba empeorando y el 45% creía que estaba mejorando y hoy, diez meses después, el 74% de los consultados piensa que está peor y solamente el 18% de ellos afirma que va disminuyendo.

Y cuando se le pregunta ¿Cuál es el principal problema que tiene Colombia en estos momentos? El 32% de los consultados responde que la inseguridad y el 30% que la economía, mientras que el primer día de este año el 20% había contestado que la inseguridad y el 37% que el comportamiento de la economía.

Pero lo más preocupante de esto es que en los últimos dos meses esta percepción de deterioro de la seguridad se ha acentuado a un ritmo que si no se le pone atención va a empezar -ya lo está haciendo en algunos sectores como el transportador- a producir efectos negativos en la economía, en el turismo, en las exportaciones y en la calidad de vida de los colombianos. 
El presidente del gremio que agrupa los transportadores decía en unas declaraciones publicadas ayer por los medios de comunicación, que en lo que va corrido del año la delincuencia ha quemado 40 vehículos pesados y que las pérdidas del sector atribuibles a la inseguridad, sin contar los precios de los vehículos, hoy sobrepasan los cinco mil millones de pesos.

El presidente Santos y su ministro Rivera han dicho que el Gobierno y sus Fuerzas Armadas no han aflojado en la lucha contra la delincuencia y que los resultados positivos en esta tarea se siguen dando. Sin embargo, los colombianos están sintiendo otra cosa y pidiendo a gritos, con voz cada vez más alta y constante, que no se pierda el camino que se había recorrido y que no se deje regresar a la incertidumbre que vivió el país hace unos años.

De cualquier manera lo importante de esto, creemos nosotros, es que la situación todavía es manejable y que con algunas acciones inmediatas, además ya conocidas por las autoridades, es posible hacer retroceder la delincuencia y devolverle a los colombianos ese clima de seguridad que tanto bien le han hecho a la economía, a la imagen del país y, sobre todo, a la tranquilidad ciudadana.