El huevito fracturado

El huevito fracturado

Alberto Herrera Ocampo M.D

Cuando el presidente Álvaro Uribe entregó el timón de la república al inefable señor Juan Manuel Santos, pensó que quien fuera su leal escudero cuidaría muy bien la parábola de los tres ‘huevitos’ que el consolidara en su gobierno y que el cuidara celosa y férreamente.

Pero Santo tomó el asunto en forma deportiva y alegre, y al ‘huevito’ de la seguridad democrática no le ha puesto mayor cuidado. Le cambió el nombre por “prosperidad democrática” y puso unos condotieros improvisados a cuidar el nido. No debemos olvidar que gracias a la tarea ingente de la seguridad democrática, obra vital de Uribe, ahora Colombia es un país grato para la inversión extranjera y grandes capitales han ingresado al país.

Pero el ‘huevito’ mencionado ahora está fracturado y su albumina y su yema chorrean por veredas y caminos y su cáscara ha estallado en mil pedazos. Como las fuerzas armadas están a la defensiva las noticias son alarmantes. En el Cauca, en Putumayo, en los llanos, en Bolívar, en Antioquia, en el Tolima y aún en Risaralda llegan de nuevo las Farc, el ELN, las águilas negras, las ‘bacrim’ y otras hordas desaladas y alimentadas por el narcotráfico. Los bárbaros que Uribe puso en fuga y contra la pared han vuelto a sonreír bajo el mandato peregrino de Santos que, cínicamente, dice por la televisión que el país va muy bien.

Tal parece que los curtidos generales troperos del ejército nacional no le marchan al vetusto almirante que puso Santos a dirigir la orquesta. Y menos al inberbe mozalbete Rodrigo Rivera que le tocó bailar la más y difícil y que ve así marchitar su carrera política por su fracaso al mando de una guerra no declarada.

El país espera que en el mes de agosto, cuando los vientos arrecien y la guerrilla esté respirando en el zaguán del Palacio de Nariño, el señor Santos recomponga su gabinete ministerial para que la seguridad y la calma retornen a los hogares colombianos.

Otrosí: Una pregunta que se hacen muchos colombianos: ¿Por qué será que en el escándalo de las chuzadas del DAS, en las cuales involucran a Uribe, la hipocresía de la gran prensa no toca al señor Santos, que fue ministro de defensa, patrón del DAS, y que por ellos debería tener información sobre este malhadado insuceso? Espero que el doctor Jaime Castaño Torres, excelente analista del acontecer cotidiano del país, nos de algunas luces al respecto. ¡AU!

EL DIARIO DEL OTUN