Francisco Castro Castillo
Vivir para verlo, y para no creerlo. La Fiscalía General de la Nación envuelta en el tinglado de la farsa, como el de Jacinto Benavente, dramaturgo español, con su obra cumbre: los Intereses Creados, con su Crispín a bordo.
Una trama cargada de mentiras y traición, un verdadero sainete judicial en contra de un hombre.
En él se Inventaron testigos y se manipularon pruebas, en nombre de la majestad de la “justicia”. Fiscalía y procuraduría, se confabulan para condenar a 30 años de prisión al Coronel Plazas Vega, por “defender la democracia viejo”.
Esa que no sabe defender la izquierda, sino que usufructúa de ella cuando se crea. Trama que no deja de ser un acto de traición a la patria, como lo dijera con valor el Fiscal Bejarano a los miembros de la Corte Suprema en su sala penal con su fallo absolutorio a Wilson Borja. Juegan los jueces y fiscales con algo muy sagrado del hombre, su libertad y honor.
¿Qué diferencia puede existir entre los funcionarios del Das- G3-responsables de la seguridad ciudadana, y sus seguimientos a ciudadanos sin autorización judicial, con los actos torticeros de jueces y fiscales responsables de la seguridad jurídica del ciudadano, al que se le manipula su versión con el propósito malsano de mandarlo a prisión? Horror de horrores, solo visto en una República banana como la nuestra, en donde funcionarios con responsabilidad judicial se dejan contagiar de la pasión mezquina de la política y sesgan sus fallos jurando en nombre del juez supremo (Dios) para condenar ciudadanos inocentes, y posterior, reclamar sin sonrojarse que lo hacen en cumplimiento del deber ser para no discutir de sus fallos antiuribista.
La fiscal Ángela María Buitrago, confabulada con el procurador Henry Bustos Alba, al servicio de la doctrina anti uribista, se inventaron un testigo con tres apellidos diferentes, Villamil, Villarreal, o Villamizar, traído de Granada Meta, a la velocidad del rayo, en helicóptero del ejército, con 14 más, en época en que el ejercito carecía de estos aparatos. Montaje burdo y mentiroso con el testigo estrella, el segundo “Pitirri”, que nunca apareció en audiencia para ser contrainterrogado por los abogados de la defensa.
El Cabo Edgar Villamizar Espinel, testigo vivo y huellas auténticas, que no conoce al coronel Plazas Vega, ni el cantón de caballería donde se supone fueron enterrados los desaparecidos del Palacio de Justicia, fue descubierto por el periodista Ricardo Puentes, lo presentó ante el Procurador Ordóñez, a quien le dijo: “me suplantaron, quiero declarar”.
En investigación juiciosa, también desenmascaró a Pablo Guarín, ex integrante del M-19, convertido en acusador del coronel Plazas Vega. Con su testimonio, ha develado al Crispín del tinglado de la farsa montado por la fiscal Ángela María Buitrago en asocio del procurador Henry Bustos Alba, el cual se derriba como un castillo de naipes. El coronel, debe recobrar su libertad, la que nunca debió perder.
La aceptación voluntaria del ex presidente Álvaro Uribe de declarar ante la comisión de acusaciones de la cámara de representantes en versión libre sobre las chuzadas del Das, no paso de ser otro tinglado de la farsa, con sus Crispín presentes y ausentes, puso al descubierto otra farsa con montaje teatral de recusaciones y gritos contra Uribe, teniendo como marco el salón Boyacá de la Cámara, tv- nacional y extranjera, la plaza de Bolívar y calles aledañas.
EL DIARIO DEL OTUN
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Únete a nuestra comunidad. Comenta, analiza y critica las noticias y debates de la Opinión Critica del Asunto. Evita incluir en tu comentario contenido vulgar, difamatorio o que no tenga que ver con el tema. la Opinión Critica se reserva el derecho de eliminar comentarios que incumplan estas normas.
Los comentarios aqui expresados, tanto en el Foro como en los videos, no resultan ser responsabilidad de la Opinión Critica, este sitio está concebido solo como medio informativo.