HAY Se nos muere El Comandante

Se nos muere El Comandante

Por Carlos Bauza - Junio 25, 2011

El verano ha entrado con fuerza imponiendo al sol, al calor y a la lluvia como invitados infaltables de cada tarde haciendo que miremos pasar al día detrás de la barrera, en este caso detrás del cristal de la ventana que nos protege del inclemente clima manteniéndonos confortables dentro del aire acondicionado. 

Hoy hace más de 15 días que nadie sabe con certeza como está El Comandante, quien se nos dijo de forma casual se enfermó inesperadamente de un furúnculo pélvico que lo sorprendió en sus habituales estadías en la Habana, lugar donde pareciera se toman las decisiones mas importantes sobre el futuro de Venezuela. 

Noticia que no pareció sorprender a muchos y dejo al país, Venezuela, caminando solo hacia un futuro que nadie sabe cuál es pero caminando al fin, tal vez porque el venezolano ve con más importancia el feriado del próximo lunes que le permitirá disfrutar tres días de libertad y placer en alguna playa o montaña de nuestro espectacular geografía que de un desenlace más político que físico y que definitivamente marcará el antes y el después de la revolución bolivariana del socialismo del siglo XXI.

Mientras los medios internacionales hacen el trabajo que los medios venezolanos no quieren o no pueden hacer por aquello de la autocensura, nos vamos informando a retazos de que El Comandante está muy grave y que el forúnculo pélvico pudiera haber sido un cáncer avanzado de próstata que por la terquedad y el rechazo que El Comandante le tiene a los médicos, no por miedo a la medicina sino a los que puedan hacer con ella, impidió que un simple examen rutinario lo detectara a tiempo. 

Otros van más allá y dicen que el cáncer hizo metástasis y ya está presente en los principales órganos de la zona abdominal. Algunos más creativos insisten en pensar que no ha sido un problema físico sino mental que llevo a El Comandante a perder la poca cabeza que le quedaba derrumbándose frente a sus delirios de grandeza y de ganar las próximas elecciones presidenciales con más votos que votantes. 

Tal vez su cerebro no aguanto tanta abstracción por lo que las dosis de litio no cumplieron su función. Y en una tarde de verano habanero El Comandante se desbarato como decían los abuelos frente al otro comandante que pareciera junto a su hermano perdurar en el tiempo mientras los calurosos veranos siguen llegando sin prisa pero sin pausa al mar de la felicidad cubana.

Mientras todo esto ocurre ya existe un puente aéreo entre la Habana y Caracas con tanta frecuencia de vuelos que haría suspirar a los usuarios del Metro de Caracas por tanta extraña eficiencia, pero la necesidad política se impone y la ley de la supervivencia del Socialismo del Siglo XXI exige que así sea. 

El problema de estas revoluciones personalistas es que solo dependen de la existencia de quienes las crearon, en este sentido El Comandante es la revolución y la revolución es El Comandante, si él se ausenta ya nada tiene sentido por lo que alargar su agonía se justifica porque es alargar también la agonía de la revolución. 


Muera o no El Comandante ya su estado físico no será el mismo, ni decir de su estado mental por lo que cualquier futuro eleccionario es tan utópico como la revolución misma aunque en estos casos y viendo la historia del comandante mayor, todo puede pasar y el ave fénix conseguir un nuevo renacer de unas cenizas que parecieran ya ser esparcidas por mucho pero no por todos los que quisieran, por lo que no se puede subestimar a El Comandante y mucho menos a los médicos españoles, porque son españoles y no cubanos que le prodigan la mejor atención aunque ellos más que nadie ya han avisado a los interesados que la cosa no está fácil y que se deben ir tomando todas las previsiones por si el final llega. 

De ahí el viaje de toda la familia presidencial, incluyendo ex esposas y todo, el único que no ha podido asistir ha sido el padre de El Comandante quien como todos sabemos su condición física no se lo permite.

La algarabía en los cuadros revolucionarios ha sido fuera de todo pronóstico. Algunos se aferran mas por temor que por convicción a la figura ausente de El Comandante tratando de proyectar a sus seguidores un estado anímico que ni ellos mismos se creen, por lo que el retrato del líder detrás de cada alocución de los ministros a los medios pareciera más bien un mal augurio que una protección. 


Cada quien defiende su parcela de poder, cada quien en sus noches de insomnio ya se ve corriendo de embajada en embajada para mendigar asilo mientras otros más inteligentes han puesto pie en polvorosa tomando ya como un hecho la opción del exilio dorado enviando a sus familias al exterior antes que todo se sepa, antes que todo salga a la luz, mientras los cuadros inferiores del chavismo se despiertan hoy más pobres que nunca y ya sus sueños donde veían una Venezuela donde se le quitaría todo a los ricos y a la clase media para dárselos a ellos ha pasado, se han despertado con los bolsillos totalmente vacios, con la única posesión de una franela y una gorra roja mientras sus estómagos cansados de tanta hambre ahora resuenan mas de susto al ver sus salarios convertidos en viento y a un líder que no aparece.

Por su parte los militares están preocupados, asustados diría yo porque se saben solos ante una realidad que los aplasta, durante 13 años el estamento militar fue reorientado a la revolución, cualquier disidencia fue eliminada por lo que se saben sin excusa alguna ante la población que los mira con recelo y con desprecio por haber dejado violar la constitución y entregar la nación al mar de la felicidad cubana mientras El Comandante los dejo hacer y deshacer a sus anchas como recompensa por su silencio. 

Por lo que el futuro de las instituciones castrenses en Venezuela está comprometido en un porvenir poco promisorio donde ninguna de los actuales miembros sin importar su jerarquía deberá escapar de ser juzgados y condenados por su traición a los principios básicos de honor que alguna vez los caracterizo. 

El Comandante nunca creyó en su ejército, realmente nunca respeto al ejército, por eso lo destruyó desde sus entrañas para inhabilitarlos de toda opción que les permitiera enfrentarse a sus designios, por eso sus escoltas son cubanos, por esos la jefatura del ejército es cubana, todo ha sido más por miedo que por convicción.


Mientras estos últimos 15 días han sido para los miembros del gobierno una agonía igual o peor que la agonía de El Comandante, el MUD, cabeza de la oposición venezolana, tímidamente por no decir ausente, expresa alguna opinión que pareciera más bien estar más autocensurada que la opinión de los medios de comunicación. 


Nada en ellos refleja la importancia del momento histórico que la enfermedad de El Comandante significa para el país. Nos gustaría verlos pedir con absoluta propiedad y aplomo declarar la ausencia del presidente de la republica y el nombramiento de su sustituto de forma inmediata mientras negocian con el gobierno para lograr un adelanto de las elecciones presidenciales que centraría al país y lo encaminaría al rumbo de prosperidad, progreso y dignidad que todos merecemos.


Los diputados de oposición, el MUD y todas las fuerzas vivas del país deben actuar y proceder con esta solicitud formal para salvar la republica de lo contrario entraríamos en un limbo que profundizaría aun más la crítica situación del país. 


El gobierno estoy seguro que negociará pues alguno de sus miembros les interesa salvar su cuota de poder apareciendo ante la opinión pública como los que lograron la transición al periodo postrevolucionario, lavando con ellos sus responsabilidades y convirtiéndolos en políticos conciliadores que supieron mediar entre su supuesta ideología socialista comunista y el interés de la nación. 

Una posición convenientemente estratégica para aquellos mas resabiados en estos temas que los harán sobrevivir políticamente a tan precaria situación. Pero esto es “El Deber Ser”, mi deseo proyectado en mis oraciones pero de ahí a la realidad todo puede pasar.

En este fuerte verano habanero donde hasta las palmeras transpiran de tanto calor mientras la ausencia del viento ya no las hace mover al son cubano la revolución del Socialismo del Siglo XXI está sola porque El Comandante esta solo también en su delirio y en su lecho de enfermo. 


Si se muere será recordado como un mal momento, si sobrevive también, por lo que su ocasional fervor cristiano que lo hace aferrarse a la cruz y pedir perdón entre sollozos cuando la situación se impone pareciera ser su única opción, mientras los lentos días pasan aletargados de tanto calor y El Comandante otrora soberbio, omnipresente y casi mesiánico se ve reducido a una humilde cama donde su cuerpo devastado por la enfermedad se ve invadido por un sinfín de equipos médicos que luchan por mantenerlo vivo o por lo menos dejarlo morir sin tanto dolor y sin tanta conciencia que le haga entrar en razón y darse cuenta que su momento histórico ya pasó y que cualquier cosa que venga así como el verano y las demás estaciones del año ya no serán designios de El Comandante sino designio de Dios.