Aterrice Doctor

Aterrice doctor

Marco Fidel Yukumá

Luis Jorge Sánchez Gobernador del Huila

El día que el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, incluyó en su agenda a Neiva para realizar los talleres Democraticos que viene haciendo en todo el país, pidió que le programaran un encuentro con voceros de los gremios de la producción del Huila.

Quería el ex jefe de Estado enterarse personalmente cómo está en la región su política se Seguridad Democrática.

Se reunieron para más precisión, en la casa de absoluta confianza del gobernador del Huila, El Restaurante Avenida. Llegaron puntuales como el mismo Uribe, los voceros de los ganaderos, la construcción, la agricultura, el comercio, la industria y todos los demás. La cita era a la siete de la mañana y a esa hora empezaron las deliberaciones.

Fue una reunión sincera, donde cada vocero expresó sin tapujos la realidad de lo que está ocurriendo en materia de seguridad y orden público en Neiva y en todo el departamento. No era una reunión social, no era un encuentro de diversión, ni mucho menos un escenario para exhibir buena ropa o el último traje de moda, no, todos llegaron sencillitos, sin corbata, sin prendas ostentosas y sin las esposas, porque era una reunión de trabajo. Y eran las recomendaciones hechas por los asesores del ex presidente que estuvieron al frente de la reunión.

Al iniciar la ronda de intervenciones, los voceros de cada sector fueron enfáticos en que el Huila y Neiva han vuelto a ser los escenarios de violencia e inseguridad de antes de Uribe. Denunciaron que el secuestro, la extorsión, el chantaje, el asalto a mano armada, los robos en todas partes  son el pan de cada día.

Los representantes de los ganaderos y del sector agropecuario le dijeron al ex presidente que no han podido volver a sus fincas, que otra vez no se puede andar por ninguna parte, porque el peligro y la inseguridad lo impiden.

El informe de los gremios del Huila a Uribe fue sencillamente dramático, con ejemplos de secuestros, extorsiones y todo lo demás que a diario se ve y se siente en Neiva y en los 36 municipios del departamento. Contaron la verdad, dijeron que el miedo ha vuelto a imponerse en toda la región a pesar de que las autoridades y los organismos de seguridad estén diciendo otra cosa.

Ellos denunciaron la situación porque son quienes la padecen, son quienes la viven y son, según dijeron, quienes creían en el gobierno pasado, en la política de seguridad.
Lo que ventilaron los gremios el sábado pasado ante el ex presidente Uribe, se conoce a diario en los medios de comunicación, y aunque las autoridades se defiendan con estadísticas en la mano, la gente tiene que encontrarse a diario con la otra realidad. 

El imperio de la delincuencia mantiene a todo el mundo temeroso, porque los ladrones ahora están llegando a las casas, a las fincas, a los almacenes, a las tiendas y con arma en mano hacen lo que quieren, porque la fuerza pública siempre llega tarde, según la denuncia en que se insistió en esta cumbre. La guerrilla también hace lo suyo y se está volviendo a despertar, con su tradicional manera de actuar, según dijeron.

Estaba terminando la reunión con testimonios, con pruebas y experiencias dolorosas de cada uno de los asistentes cuando apareció el gobernador Luis Jorge Sánchez, con la primera dama de la mano, (dos horas tarde) cuando ya todo el mundo se iba a levantar, y dijo lo que nadie se imaginaba: que el Huila es un paraíso, que se acabaron los secuestros, que no hay robos , que no hay ladrones, que todo el mundo vive en paz y que todo es muy bello, que los proyectos que él está liderando reivindicarán al Huila como nunca.

Claro, como nuestro mandatario llega tarde a todas partes, habló sin darse cuenta y sin importarle la realidad que acababan de exponer los asistentes, quienes  no tuvieron otra opción que agachar la cabeza y aceptar que el gobernador del departamento no solamente vive desinformado, sino que se le acabó el período y no aprendió a llegar temprano a los actos, y que no se dio cuenta que el departamento lamentablemente sigue siendo uno de los más inseguros del país, que no es un paraíso como él lo ve,  y que el poder no solo se comparte con la primera dama, sino con todo el departamento.

¡Que aterrice por Dios!, dijo muy molesto, uno de los asistentes  que llegó temprano a la reunión.