BRASILIA -- El ministro de Agricultura de Brasil Wagner Rossi presentó su renuncia a la presidenta Dilma Rousseff, en medio de numerosas denuncias de corrupción en su cartera, confirmó la noche del miércoles la oficina de prensa de la Presidencia.
Es el cuarto ministro del gabinete de Dilma Rousseff que abandona su cargo este año
AGENCIA FRANCE PRESS
“En los últimos 30 días, he enfrentado diariamente una descarga de acusaciones falsas, sin ninguna prueba. Ninguna de ellas indicando un sólo acto que pudiese ser tachado de ilegal o impropio en el trato de la cosa pública”, reza una carta del funcionario, citada por la estatal Agencia Brasil.
La Policía Federal (PF) brasileña abrió una investigación esta semana sobre las denuncias de supuesta corrupción en el ministerio, que abarcan aceptación de sobornos y manipulación en las licitaciones, de las que Rossi supuestamente tenía conocimiento.
“Todo (es) falso, todo (fue) rebatido (…) Respondí a cada acusación, con documentos comprobatorios que la prensa solamente ignoró”, zanjó.
En una nota, Rousseff “lamentó profundamente la salida del ministro Wagner Rossi, que dio una importante contribución al gobierno con proyectos de calidad que fortalecieron la actividad agropecuaria brasileña”.
La mandataria condenó además “que el ministro no haya contado con el principio de presunción de inocencia delante de las denuncias contra él”, sin profundizar en detalles.
“Agradezco su empeño, su trabajo y dedicación”, concluye el texto de la mandataria que la semana pasada había dado un espaldarazo y reiterado su confianza en Rossi.
El secretario ejecutivo del ministerio José Gerardo Fontelles, segundo cargo en importancia, asumirá la cartera hasta tanto se nombre a su nuevo titular.
Wagner Rossi es el cuarto ministro que sale de la joven administración de Dilma Rousseff, que asumió el gobierno el pasado 1 de enero.
El primero de ellos fue el jefe del Gabinete, Antonio Palocci, señalado de enriquecimiento ilícito, seguido por el de Transporte, Alfredo Nascimento, también acusado de corrupción en su gestión. También salió Nelson Jobim de Defensa tras unas comprometidas declaraciones en contra del gobierno de la mandataria brasileña.
Una práctica arraigada en la política brasileña obliga a los gobernantes a repartir altos cargos del gobierno y empresas estatales entre los partidos aliados. El de Agricultura por ejemplo corresponde al gigante Partido de Movimiento Democrático (PMDB), el segundo en la coalición oficialista.
La cruzada anticorrupción de Rousseff ya hizo tambalear la alianza oficial en el Parlamento, con la salida del partido de la República (PR), al que pertenece el ex titular del ministerio de Transporte, donde presuntamente se encarecían artificialmente el costo de obras públicas y se exigían comisiones ilegales a constructoras para garantizar sus victorias en licitaciones.
En su carta de renuncia, Rossi explicó además que su decisión también respondió a un pedido de su familia para que dejara finalmente el cargo.
“Hoy (martes) mi esposa e hijos me hicieron cariñosamente un ultimátum para que dejara mi lucha estoica”, expresó.
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